Cuando te dedicas al desarrollo personal y profesional te vuelves más consciente de, entre otras cosas, el poder de las palabras y de la intención que pueden acarrear. Por ejemplo, hablar de cómo crear una cultura de alto rendimiento en tu empresa te lleva a reflexionar no solo sobre el rendimiento de las personas sino de la cultura de la empresa en sí.
Rendimiento y perfeccionismo
Por ejemplo, cuando hablamos de rendimiento podemos entrar fácilmente en el mundo de la exigencia, del perfeccionismo, de los resultados. ¿Qué tiene eso de malo? En sí mismo nada, y de hecho en unos instantes te voy a proponer algunas pistas para lograrlo.
El tema es cómo conseguir ese equipo de alto rendimiento sin destrozar a la persona, sin restarle bienestar, respetando su esencia única y personal. Prestando atención a estos elementos, ya podemos ponernos manos a la obra.
¿Cómo crear una cultura de alto rendimiento?
Para que una organización cree una cultura de alto valor, tiene que suceder lo siguiente:
1) Que el CEO sea el primer ejemplo de valores, comportamiento ético. Debe tener una intención clara al respecto, de forma explícita y estructurada.
2) Que los managers aprendan nuevas maneras de liderar. Estos managers apoyan a su equipo para que sean más autónomos, les validan en sus propuestas y al verles en acción, conocen mejor sus fortalezas. Esto generará más compromiso por parte de su equipo, quienes darán lo mejor de sí mismos y de ahí al alto rendimiento hay un paso.
3) Que la comunicación en la empresa sea eficaz, abierta, donde se facilitan vías para que los empleados puedan dar Feedback y hacer propuestas a la organización.
4) Que se pida responsabilidad a los managers sobre sus actos. No tolerar la mediocridad, ni las excusas. Elegir bien a los managers, no solo por el tiempo que lleven en la empresa y se les promocione «porque ya toca» sino por sus habilidades. Si al manager no se le hace responsable de los resultados y las actitudes de su equipo, esa organización estará desaprovechando una oportunidad de oro para mejorar y crecer.
Si quieres identificar qué está sucediendo en tu empresa que impide crear una cultura de alto rendimiento y alto valor, puedes contactar conmigo aquí.