La alegría es una emoción básica positiva que sentimos cuando algo nos resulta agradable. Si pasamos un tercio de nuestro día trabajando, ¿no sería conveniente que sintiéramos alegría en el trabajo? Imagínate los resultados que se podrían obtener:

1 – Supondría que tu trabajo te resulta agradable, que lo disfrutas y cuando trabajamos en estas circunstancias, la creatividad se dispara y se reduce el estrés.

2 – Podría ser que estás alegre porque has conseguido alguna meta, has aprendido algo nuevo, has resuelto algún conflicto. Es decir, siempre hay un motivo por el que celebrar. Entonces, la alegría sería el reflejo de una actitud consciente que aprecia lo bueno que ocurre durante el día. Trabajar con gente agradecida, alegre, consciente, sube la moral del equipo.

3 – La alegría facilita entrar en el estado de flujo y es ahí donde rendimos al máximo.

4 – La alegría segrega dopamina y endorfinas, con lo que se activa el placer y el estímulo que ha producido la alegría. ¿Resultado? Leer los puntos 1, 2 y 3.

Si piensas que el trabajo ha de ser un entorno serio, formal, donde no cabe la risa, siento decirte que estás en el camino de la desgracia. La risa es absolutamente fundamental para generar conexiones con las personas. Trabajar en equipo requiere de confianza y conexión con los compañeros y jefes. Si siempre estamos serios, enfadados, estresados, no vamos a funcionar ni como individuos ni como equipo.

Hay que tomarse en serio la alegría, el disfrute en el trabajo, si queremos tener mejores resultados. ¿Significa esto que ahora vamos a estar todo el día de risitas? Yo, particulamente no le veo el problema, pero como todo, hay un momento para la risa, y otro para la concentración y el aislamiento para pensar.

Lo que no podemos hacer es sacar la alegría de la ecuación de la productividad. ¿Tu equipo ya no disfruta? Todo tiene arreglo. La alegría también se entrena, se recupera, s