Te lo cuento con un poema,

para aclarar tu dilema.

El Manager Normalito,

contento con su puestito,

disfruta con las reuniones,

aunque no haya conclusiones.

Si hay mal ambiente ¿qué más da?

Él no está allí para mimar.

Todos a trabajar, les dice.

Si alguno le contradice,

golpe en la mesa y a seguir,

lo dice el jefe y a cumplir.

¿Inteligencia emocional?

¡Con lo que tengo que aguantar!

Eso de gestión del estrés,

con una cerveza o tres,

se supera el estrés muy bien,

y si no, ¿a hablar con quién?

Estos no saben apreciar,

ni a su manager respetar.

¿Será que algo hago mal?

No es posible, dice el chaval.

¡Lo hago todo fenomenal!

Manager Extraordinario,

es un tipo muy gregario.

Con su gente le gusta hablar,

y siempre buen feedback les da.

Cuanto más duro el trabajo es,

más se esfuerza por aprender.

Motivar es importante,

para que nadie se achante.

El trabajo en equipo va

genial, como era de esperar.

Todos se ayudan y aportan,

les dice el líder que importan.

Todos contentos, currantes,

eficientes, salen antes.

Que no es cosa de hacer horas,

como florecen las rosas,

sino de productividad,

y siempre con calidad.

¿Normalito, Extraordinario?

¿Sabes cuál es tu escenario?

Mira bien tus resultados,

mira bien por todos lados.

Si Normalito te salió,

hay esperanza: aquí estoy yo,

con mis cursos y mi coaching,

pues no hace falta de ir camping,

te acompaño en tu camino,

hacia tu nuevo destino.

Te lo cuento en un poema,

ya me dices si resuena.